Capitulo 31
Fernando está instalado
en mi casa y ya le hemos dado las principales direcciones para que las grabe en
el GPS. A pesar de la negativa de Carlos, he vuelto a incorporarme al trabajo,
eso sí, menos horas, estoy hasta las tres de la tarde, que es cuando me recoge
Nando.
El mismo día de su
llegada, le contamos Carlos y yo el nuevo problema que iba a tener con mi
embarazo, las marcas. Se sorprendió un poco, pero luego recordó que Carlos
estaba en la fiesta de nochevieja. No se lo ha tomado tan mal, y se llevan
bastante bien los dos. Hemos cenado estos días en casa de Carlos, los cuatro:
Nando, Lucia, Carlos y yo. Esta semana está siendo una de las más felices de mi
vida.
Al final, parece ser que
mi hermano y Lucia han empezado una relación, o van a intentar llevar una
relación, porque ya se sabe que la distancia no es buena compañera, pero yo les
deseo todo lo mejor.
Hoy sábado viene
la hermana de Carlos, Sofía. Ella se quedará con nosotros unas dos semanas, ya
que presenta su colección de ropa en la pasarela Cibeles. Carlos ha ido a
recogerla al aeropuerto.
Las marcas de la
tripa siguen saliendo cada día, y el dolor que eso provoca es horrible, el médico
me dijo que podía tomarme paracetamol cada vez que no soporte el dolor, y
aunque me lo receto en sobre, el dolor es mucho más fuerte. Además, la barriga
se me pone durísima y no sé si eso es bueno, a pesar que el médico me dijo que
no pasaba nada. No sé cómo Carlos ha podido aguantar esto tantos años y no
volverse loco. Y aun a día de hoy tiene que seguir aguantándolo.
Carlos me ha
dejado sitio en su despacho para poder revisar las carpetas de la investigación
de su madre. Mientras él recoge a su hermana, yo empezare mirando la carpeta
con la fecha más antigua.
- - ¡Ya estamos aquí!
¿Paula? – escucho que grita Carlos desde la puerta.
Dejo los informes encima
de la mesa y salgo del despacho a recibirles.
- - ¡Hola! Que rápido
habéis venido. – les digo mientras le doy dos besos a Sofía. - ¡Hola Sofía!
Cuanto tiempo sin verte, madre mía, eres toda una mujer. –
- - ¡Hola Paula!
Estas… guapísima.
- - Estoy muy gorda
¿verdad? – la interrumpo.
- - No, no para nada,
apenas tienes barriga. El embarazo te está sentando muy bien. ¿Qué tal llevas
la investigación? Mi hermano me ha dicho que estas intentando encontrar la cura
a su enfermedad.
- - Pues… aun sin
apenas avances, pero estoy descubriendo cosas con los informes de tus padres,
los que había en su casa. ¿Y tú? Tu propia línea de ropa, madre mía, y pensar
que cuando eras pequeña cogías cualquier trapillo y le hacías un vestido a las
muñecas.
- - Bueno chicas,
menos hablar y vamos a comer ¿no? Tenéis toda esta tarde y las próximas dos
semanas para contaros todo.
Ángeles nos dejó
preparada una fritada, y aunque yo no soy muy cocinitas, solo tenía que hacer
unas pechugas a la plancha y acompañarlas de la fritada.
El domingo nos fuimos a
comer fuera con Nando y Lucia y por la tarde nos quedamos solos Carlos y yo, Sofía
quedo con unas amigas y mi hermano y Lucia se fueron al cine. Nosotros
decidimos ver una peli en casa.
Empieza una nueva
semana en la que vuelvo a salir antes del trabajo, Carlos no quiere que me
canse ni que trabaje mucho en el laboratorio, aunque sabe que en casa estaré
leyendo los informes de sus padres.
Uno de los días
que llego a la casa de Carlos, esta Sofía y me cuenta cómo le va preparando toda
la colección para el desfile. Esta muy nerviosa.
- - Paula, además de
los nervios que todo esto acarrea, he conocido a un chico. Es muy guapo y está
allí organizándolo todo. Aunque creo que ni se ha fijado en mí.
- - No te preocupes,
seguro que el resto de diseñadores no son tan guapos como tú. ¿Has pensado que
pueda ser gay ese chico y que por eso no se ha fijado en ti? – le digo a Sofía
riéndome, creo que no se le paso eso por la cabeza.
- - Es verdad – se ríe
conmigo – hoy en día hay muchos homosexuales.
- - Tu tranquila Sofía,
seguro que todo sale genial y dentro de poco vemos tus vestidos en la gala de
los premios Goya o mejor aún, en la alfombra roja de los Oscar.
- - ¿Te imaginas? Ese sería
mi gran sueño, diseñar vestidos para las mejores actrices del mundo. –
Esta muy ilusionada y eso
me alegra, después de todo lo de sus padres, esto es bueno para ella. Seguimos hablando
un buen rato de nuestras cosas, de cuando vivíamos en Mojacar. A media tarde se
va de nuevo a seguir preparando todo y yo me meto en el despacho a seguir
recaudando información.
En unas de las carpetas
encuentro información sobre un pez, el cual es inmune a bastantes enfermedades,
y, además, las células de su piel las usaron en el proceso de investigación los
padres de Carlos. Dejo de lado la carpeta para entrar en internet y buscar más información
sobre ese pez, donde vive, de que se alimenta, como lo puedo conseguir… seria
genial tener muestras de ese pez para poder experimentar con la sangre de
Carlos. Siempre en laboratorio, no cometeremos el pequeño error de su madre.
Consigo bastante información,
lo único que no encuentro es como conseguir ese pez, aquí en España no se
comercializa, supongo que tendré que hablar con Carlos o Mario para que
intenten ponerse en contacto con los médicos que han experimentado con él, a
ver si podemos hacer algún tipo de trueque.
Carlos llega casi al
anochecer, cuando las marcas ya le han salido, bueno a los dos. El sufrimiento
es horrible, cada día me duele más y no sé cuántos días más podré soportarlo.
Le cuento a Carlos todo lo que he averiguado hoy y me dice que hablará con
Mario, el médico, y que intentaran conseguir por todos los medios, ese pez, si
sus padres lo usaron para algo, podemos probar nosotros también. Le han
brillado los ojos, porque eso puede ser la clave para conseguir la cura. Y dar
un paso agigantado en el mundo de la investigación.
El jueves me despido de
Fernando, vuelve a Murcia, él también tiene un negocio que sacar adelante y yo
le deseo lo mejor. Ese día Lucia cena conmigo en casa porque la noto un poquito
tristona y le pregunto en que han quedado.
- - Vamos a intentar
llevar una relación a distancia, no sé cómo nos ira, pero que no se diga que no
lo intentamos. –
- - Me alegro mucho
por ti Luci, yo te puedo asegurar que Nando es la persona más fiel del mundo,
vamos, que pongo la mano en el fuego por él. –
- - ¡Ay! Paula, que
nunca pensé enamorarme así de nadie, que tu hermano me ha hecho mucho “tilín”. –
se ríe por su ocurrencia y yo le acompaño en la risa. Me gusta pasar tiempo con
ella, porque es una persona que aporta mucha positividad y aunque por ahora
todo me va bien, necesito un poco de su positividad.
El sábado empieza la
pasarela y Sofía participa en este primer día, y nos ha conseguido invitaciones
para mí, para su hermano y para mis dos amigos, Lucia y Luis. Carlos también saco
entradas para el medico de confianza y su sobrino, dice que les debe mucho y
esto es un mero detalle.
Al ser por la
mañana el desfile, no tenemos problema con las marcas. Esperamos en el hall de
la entrada a que aparezcan mis amigos y el médico para ir a sentarnos a nuestro
sitio.
Una vez dentro, Sofía
sale a saludarnos y en un momento, me coge del brazo y me aparta un poco del
resto y me señala hacia una cortina.
- - Mira Paula, ese
chico que está allí con la carpeta, es el que te dije. ¿A que es guapo? –
- - ¿Ese? ¿Estas
segura que es ese? -