jueves, 20 de octubre de 2016

El Destino de Paula 25




Capitulo 25

Reconozco esa voz cuando la escucho, y no sé por qué esta aquí, en la puerta de mi casa.
-         -  ¿Qué haces aquí Javier? –
-        -   Solo quería ver con quien te estás viendo. Creía que entre tú y yo estaba empezando a haber algo de química, nos lo pasamos bien juntos
-         -  Pues no está aquí, solo he venido a mi casa a por algunas cosas. Me voy ahora con él. –
-       -    Paula… ¿no hay posibilidad de que me des una oportunidad? Te he esperado, te he estado esperando todo este tiempo, pero… -
-        -   ¿Por qué me has esperado? – le corto – te dije que el sábado estaría ocupada y que lo más seguro es que quedaría con alguien. –
-        -   ¿Hoy? No, no…me refiero a que he esperado más de un año a que me dieras una oportunidad, estoy enamorado de ti ¿es que no lo sabes? Me gustas Paula, me gustas mucho. –
-        -   Lo siento Javier, de verdad, pero no siento lo mismo por ti, creo que te lo he ido dejando claro en cada momento, pero veo que no ha sido así. Algo me intuía que yo te gustaba, por eso nunca quería quedar contigo, no quería darte falsas esperanzas. Eres un gran chico, guapo y simpático, pero yo no soy para ti, tu chica esta por ahí, en algún lugar… -

Javi se acerca a mí, está demasiado cerca y siento un poco de miedo, estando sola y en mi estado…y él parece estar muy decepcionado, despechado, no sé cómo puede reaccionar ahora mismo. Empieza a sonar mi móvil y al mirar la pantalla veo que es Carlos, ya debería estar en su casa. Le hago un gesto a Javier con la mano para que espere ya que pienso cogerlo.
-         -  ¿Dónde estás Paula? ¿Estás bien? – Carlos se preocupa demasiado, aunque poniéndome en su lugar es algo normal.
-       -    Perdona la tardanza, pero al dejar a Lucia he decidido pasar por mi casa para coger algunas cosas y ver que todo está bien. –
-        -   Podíamos haber ido mañana, no tenías que ir esta noche y tu sola. ¿Tardaras mucho más? –
-       -    ¿Quién es ese? ¿Es tu enamorado? – abro los ojos como platos al escuchar a Javi y le vuelvo a hacer un gesto con la mano para que se calle.
-      -     ¿Con quién estas Paula? – ahora es Carlos el que me pregunta.
-        -   Me he encontrado con Javier, mi jefe, en la puerta de mi casa. Pero él ya se iba y yo también. – le digo.
Me despido de Carlos y cuelgo, aunque sé que no se ha quedado muy conforme. Miro a Javi para decirle algo, pero él tiene una mirada dura, tan dura, que, si las miradas matasen, yo ya estaría…bueno yo no, Carlos. Intento despedirme de Javier, abriendo la puerta de mi coche y soltando las bolsas que he cogido y al incorporarme, Javi cierra de golpe la puerta, pone las manos a cada lado de mi cabeza y pega su cuerpo al mío para retenerme.
-        -   Javi, por favor, ya te he dejado todo claro, no sigas así, por favor. –
-        -   No me voy a rendir nunca Paula, hasta que te consiga. Me puedes decir mil veces NO que yo siempre iré a por ti. –
Javi ha dicho lo último mirándome los labios y al terminar me besa. Me resisto, no quiero esto, no así, no con él. Sigo resistiéndome, pero me agarra de la nuca y de un brazo. Consigo levantar una rodilla y darle en sus partes, lo suficientemente fuerte para que se aparte, ya que no le pude dar muy fuerte.
-      -     Javi olvídalo, olvídame. No vuelvas a hacer eso, así solo conseguirás que te odie. –
-      -     Pero yo te quiero Paula – no lo puedo creer, Javier está a punto de llorar – dame una oportunidad, por favor. –
Escuchamos de repente un frenazo y los dos miramos en dirección al coche que acaba de parar y vemos con sorpresa que es Carlos (yo sé que es Carlos, espero que Javi no lo sepa).
-       -    Tu…tu eres el tío de la noche del cumpleaños de Paula… - me asombro cuando Javi se acuerda de eso, lo que quiere decir que no sabe quién es en realidad. – Tu eres quien me ha quitado a MI Paula. –
-       -    ¿TU Paula? Creo que ella no es de nadie, es libre y puede estar con quien quiera. No es tuya, pero si, ahora está conmigo. Así que ya te estas largando de aquí si no quieres problemas. –
-      -     Lárgate tu tío, yo estaba aquí primero. – vuelvo a estar atrapada entre los brazos de Javier. Me tiene arrinconada contra mi coche.
-       -    Javi ya lo hemos hablado, olvídame, sigue con tu vida. Yo solo puedo ser tu amiga, nada más. – le digo en un último intento para que se separe de mí.
-      -     Nunca aceptare un NO por respuesta Paula. – intenta besarme de nuevo, pero veo como Carlos se le echa encima, lo tira al suelo y comienza a darle puñetazos en la cara. Nunca había visto esta faceta de Carlos.
Salgo pronto del shock horrorizada por la escena que ocurre delante de mis narices.
-        -   Car…cielo no, para por favor, ¡¡para ya!! – le grito a Carlos, casi digo su nombre. – Por favor parad, me estáis poniendo nerviosa y eso es malo para el bebé. –
Carlos deja de golpear a Javier y veo que uno tiene sangre en su puño y el otro en su cara y al ver tanta sangre de esa manera empiezan a flaquearme las fuerzas y estoy mareándome. A pesar de trabajar en un laboratorio y con sangre, verla en pequeñas cantidades y en tabletas no me afecta como verla salir de mi vena y de una herida grande. Sentada estoy en la acera cuando Carlos se acerca a mí.
-       -    ¿Te encuentras bien Paula? ¿Quieres que vayamos al médico? –
-       -    Estoy bien, ha sido una mezcla de mis nervios, bajada de tensión y ver esa sangre…solo me he mareado un poco. –
-       -    ¿Has dicho bebé? Eso quiere decir que estas… ¿embarazada? – se le puede ver la cara de sorpresa de Javier a pesar de la sangre que tiene.
-       -    Si Javi, estoy embarazada, de tres meses y el niño es suyo. – digo con pesar.
Carlos me dice en ese momento de confusión que me suba en mi coche y me vaya a su casa, y yo hago lo que me dice, así podre deshacerme de Javi. Veo desde dentro de mi coche, como Carlos le dice algo a Javier, se sube a su coche y nos vamos.

Una vez en su casa, Carlos me coge y sin decirme nada me besa, pero un beso cualquiera, ese beso sabe a preocupación, a desesperación, a echarme de menos hoy. Nos besamos, con pasión subiendo de intensidad el beso. Empezamos a movernos mientras que nuestras ropas comienzan a desaparecer. Por la cercanía del trayecto sé que vamos al salón, más directamente al sofá. Cuando llegamos a él, no tenemos nada ropa y Carlos para el beso, solo para sentarse y sentarme a mí a horcajadas. Volvemos a besarnos y con una de mis manos cojo su miembro y lo introduzco dentro de mi despacio y empiezo a moverme. Carlos sujeta mi trasero con sus manos y acelera el ritmo. Estamos tan excitados por lo que ha pasado que llegamos pronto al orgasmo los dos juntos.

El lunes, al llegar al laboratorio notamos Lucia y yo que Javi no está y ella me pregunta a mí el por qué. Le contesto que no se, que se habrá pedido el día libre. Aun no le he contado nada del suceso que tuvimos el sábado, pero sé que tarde o temprano tendré que contárselo.

Pasadas unas horas de la mañana me llaman de dirección. El chico encargado de venir a buscarme me guía por los pasillos y las escaleras hasta el piso de arriba donde están los despachos. Me hace pasar a uno donde hay un escritorio, unos cuantos sillones y una estantería grande con muchos libros en los que se diferencian algunos de medicina y otros de química. No hay nadie, y el chico me dice que espere. Decido sentarme a esperar, estar de pie me pone nerviosa. A los dos minutos (o eso creo yo, estando así pierdo la noción del tiempo) se abre la puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario