viernes, 22 de julio de 2016

El Destino de Paula 11

Os dije que esta semana publicaría dos capítulos y aquí esta el primero.




Capitulo 11.

PAULA:

Despues de comer y terminar mis maletas, Lucia y yo decidimos ver una peli a la cual se nos une Luis, que trae palomitas, chucherias, etc.

los dos deciden quedarse a dormir en mi casa y acompañarme al dia siguiente a la estacion de trenes, a pesar que saben que no me gustan las despedidas. Si, ya se que no es para siempre, pero las odio, me recuerdan a la despedida de mi padre.

 

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Estoy subida en el tren, diciendo adios a mis amigos con la mano. Se pone en marcha y me acomodo, ya que me quedan unas 7 u 8 horas de viaje. Cojo mi movil, le pongo los auriculares y me pongo musica, para despues coger el libro que me estaba leyendo.

Llego a la estacion de trenes de Almeria sobre las tres de la tarde, menos mal que me prepare un par de sandwiches para el viaje.

A las cuatro y media sale el autobus que me llevara a mi destino, asi que tengo tiempo de tomarme un cafe.

Cuando dan el primer aviso de la salida de mi autobus, cojo mis maletas y me dirijo a la darsena correspondiente. El conductor me ayuda a guardar mis dos maletas en el maletero y una vez acomodada en el sillon, vuelvo a coger el libro, me espera una y media mas de camino a Mojacar.

 

Llego a mi destino sobre las seis de la tarde y ya esta anocheciendo. Han venido a recogerme mi madre y mi abuela y cuando las veo, a pesar del cansancio, cooro hacia ellas, soltando las maletas y fundiendome en un abrazo de oso con las dos.

- ¿Que tal el viaje hija? - dice mi madre.

- Estas muy delagada cielito ¿seguro que comes bien? - el escrutinio que me hace mi abuela es tipico de ella.

- El viaje ha ido bien mamá, un poco largo, pero es lo que hay. - le digo a mi madrep ara contestarla. - Y sí abuela, estoy comiendo bien y no abuela, no estoy tan delgada, estoy como siempre. - la mirada de mi abuela dice "tu di lo quieras guapa, yo solo digo lo que veo". - ¿Sabeis cuando llega Fernando? -

- Ha llamado esta mañana hija, dice que tiene que trabajar estos dos dias, que vendra el 24 por la mañana y se quedara hasta despues de finde año. -

Fernando es mi hermanastro, de una relacion anterior de mi padre. Es cuantro años mayor que yo, él tiene 29 años y mi padre nunca nos hablo de él. Si es verdad que mi padre viajaba cada dos semanas a Murcia, Nos decia que era por trabajo, pero despues de su muerte supimos que era para estar con su hijo. Esta mal que lo diga asi, pero gracias a su muerte sabemos de él y desde entonces Fernando y yo nos mantenemos en contacto. Incluso hace un par de años, cuando murio su madre, lo invitamos a pasar las navidades y vacaciones con nosotras, para que supiera que aun le queda un poquito de familia.

Nos vamos las 3 para casa y ya alli pongo el movil a cargar y le mando un mensaje a Lucia y otro a Luis diciendoles que he llegado bien para que no se preocupen.

 

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Al dia siguiente abro los ojos cuando noto los rayos de sol en mi cara. Me levanto y miro la hora en mi movil y no puedo creerme que sean las diez de la mañana. ¡Que bien sienta no escuchar despertador! Me llega el olor a cafe recien molido y a tostadas de pan rustico, asi da gusto estar en casa, esto es una de las cosas que mas echaba de menos. Bajo a la cocina y me encuentro a mi madre poniendo una lavadora.

- ¡Buenos dias hija! Veo que has dormido bien. Aqui tienes un cafe y unas tostadas de pan, de tu favorito. -

- Gracias mamá. ¿Y la abuela? - le pregunto - No la he visto ni en su habitacion ni en el salon. -

- ¿No lo sabes? Se apunto hace unos meses a un centro de dia, de esos donde van los de la tercera edad a hacer...cosas. Crei habertelo comentado la ultima vez que hablamos por telefono. Dice que alli hacen ejercicios fisicos y mentales y puede jugar a las cartas o al bingo sin gastar dinero. -

- ¡Que bien! ¿no? Asi la "yaya" esta entretenida. Me gusta su iniciativa. -

- ¿Que haras hoy Paula? Espero que no te tires todo el dia en casa. Se que por aqui no vas a conocer nada nuevo, pero quiero que salgas un poquito, que disfrutes tu juventud, aunque sea a dar un paseo. Tal vez encuentres a ese alguien especial para ti. - mi madre esta empeñada en que me eche novio ya, dice que si no me convertire en una solterona amargada.

- Ya mamá, deja el tema de los chicos. Te he dicho miles de veces que estoy muy bien asi y que cuando tenga que aparecer el chico indicado para mi, lo hará. - ha intentado emparejarme con varios chicos del pueblo - Saldre a dar una vuelta por el paseo maritimo ¿contenta? - asiente.

Subo de nuevo a mi habitacion y me pongo ropa ligera, unos vaqueros con una camiseta de manga larga de Minnie (lo sé, aun me siento una niña y me encantan las camisetas de dibujos) y unas zapatillas deportivas. No necesito chaqueta, porque aqui hace solecito.

Salgo de casa de mi madre y bajo toda la calle hasta el paseo. Mi madre vive al ladito de la playa y las vacaciones de verano me las paso enteras en la playa.

Voy a empezar a pasear hacia la derecha, por alli hay una discoteca muy famosa, sobre todo en verano. Ahora en invierno solo abre algunos fines de semana y en las fechas señaladas de navidad. Sigo caminando ya que la disco esta cerrada y al parecer no ha cambiado de aspecto desde el verano pasado. Me voy cruzando con mucha gente, algunos vecinos de toda la vida que me reconocen y saludan, otros simples turistas que eligen la playa para sus vacaciones (tambien en invierno).

Me cruzo con un chico cuya cara me resulta familiar, pero como no se de qué, paso y sigo mi paseo.

- ¿Paula? - oigo que dicen a mi espalda - Eres Paula ¿verdad? ¿Del IES Rey Alabez? -

- Eh...sí, yo estudie alli ¿Y tu eres? - es el chico que me suena su cara de algo.

- ¿No me reconoces? Soy Gonzalo, "el Gonza". Estuvimos juntos en clase y fuimos algo mas que amigos en aquella época. - me dice el chico.

¿Gonzalo? El Gonza...¡Oh Dios mio! Sí, fuimos novios durante la secundaria.

- ¡Hola Gonzalo! - le doy dos besos - No te habia reconocido has cambiado mucho y... -

- Espero que para bien. - me interrumpe.

- ¿Qué? ¡Ah! si si, para bien, estas mucho mas guapo - y es verdad, esta mas guapo - y mas...hombre. - no se que mas decirle, he empezado a notar cierto calor en mi cara y creo que estoy "colorá".

- Tu si que estas mucho mas guapa y parece que los años no pasan por ti, estas igual que en el instituto. ¿Qué es de tu vida? -

- Bueno, pues ahora estoy de vacaciones y he venido a pasarlas con la familia. Pero vivo y trabajo en Madrid. ¿Y tu? -

- Yo me fui a la capital, estudié abogacia y estoy trabajando alli en un bufete de abogados. - me dice Gonzalo, sigue teniendo esa sonrisa que me encantaba y esos ojazos azules como el cielo - Y ahora me he cogido unos dias para pasarlos con mis padres. -

- Bueno, me alegro mucho de haberte visto, pero voy a seguir con mi paseo. - le digo. La verdad, me gustaria poder quedar con él algun dia de estos pero no se como preguntarselo. Me reia muchisimo con él.

- Si quieres podemos pasear juntos Paula. Bueno mi madre me ha mandado a la panaderia de Antonio, creo recordar que estaba cerca de tu casa, asi que puedo ir un poco mas tarde. Si te apetece pasar un rato conmigo, claro. - me dice Gonzalo y creo que me ha leido el pensamiento. Asiento porque me apetece mucho y seguimos caminando, recordando viejos momentos en el instituto, la de tonterias que haciamos y los compañeros que teniamos.

Cerca de las dos de la tarde regreso a mi casa y Gonzalo pasa por la panaderia y quedamos para ir a tomar un cafe en la tarde para seguir contandonos cosas.

Este chico siempre me hacia reir y me lo paso muy bien con él. Al contarle a mi madre, a ésta le brillan los ojos, pero le pido que no diga nada, Gonzalo solo es un amigo y nada mas.

Por la tarde el cafe se nos alarga demasiado (las horas con Gonzalo pasan volando) y decidimos ir a cenar avisando antes a nuestras madres y la mia no pierde la emocion. Al colgar, me entra una llamada.

- ¡Hello Bro! ¿Como andas? - le digo a mi hermano al descolgar.

- ¡Hola Pauli! Perdona las horas, pero acabo de terminar de trabajar. Mañana saldre sobre las diez de la mañana, asi que estare alli sobre las once o por ahi. ¿Que tal el reencuentro con tu madre? -

- No pasa nada por la hora, aun es pronto y estaba cenando con un amigo del insti que me he encontrado. Y con mi madre bien, ya sabes como es, sigue empeñada en que ya deberia tener novio. Bueno, mañana nos vemos Nando. Besitos. - cuelgo y Gonzalo me mira con el ceño fruncido - ¿Qué? - pregunto.

- ¿Tienes un hermano? ¿Desde cuando? Tu eras hijas unica ¿no? - me dice.

- Es una historia un poco larga. -

- Tengo toda la cena para que me lo cuentes, si quieres. - me dice Gonza con su sonrisa y esos ojitos que pone, y claro, quien se resiste a eso. Asi que se lo cuento todo durante la cena.

Se nos hace demasiado tarde, tan tarde que nos echan del restaurante y Gonzalo decide acompañarme a mi casa.

Una vez en la puerta nos despedimos y quedamos para el dia 26 (los dias 24 y 25 son para la familia). Cuando me doy la vuelta para abrir la puerta de mi casa, Gonzalo me agarra del brazo y tira suavemente de mi. Me gira, me coge con la otra mano de la cintura y me besa en los labios.

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