Como he dicho en mi pagina de Facebook, aquí esta la segunda parte del capitulo 8. Y no os hago mas esperar, espero que lo disfrutéis.
- ¿Quieres un poco vino? - Carlos me saca de mis pensamientos.
- Bueno, no soy muy aficionada a beber vino y tampoco entiendo mucho de ello, pero si, una copita no me vendra mal. -
- ¿Te gusta mas blanco o tinto? Podriamos empezar con un Chardonnay que es mas suave y afrutado. - Creo que Carlos entiende mucho de vinos, y me pregunto donde habra aprendido tanto.
- Vale, esta bien. Creo que tu entiendes mas que yo de esto. - no me hace mucha gracia el vino, yo soy mas de mosto con tapita en el bar, pero probaremos que por un dia no pasa nada.
El camarero nos deja la carta y Carlos le pide el vino. Creo que ahora es el momento de empezar el interrogatorio.
- Carlos... ¿Puedo hacerte algunas preguntas? - empezare tanteando el terreno.
- Claro Paula. A que adivino sobre que es. -
- Es algo que llevo preguntandome desde los 12 años. ¿Por que te fuistes tan de repente? ¿A donde? ¿Por que no... -
- Para, para Paula - me interrumpe Carlos. - mas despacio chica, no me avasalles tanto con las preguntas. Una por una. A ver, cuando me fui, fue para venir a Madrid, mis padres recibieron... -
- Perdon, aqui tienen su vino ¿Saben que van a tomar? - nos interrumpe el camarero.
- De entrante nos vas a poner un "carpaccio de foie y mango caramelizados al jerez Pedro Ximenez" - pide Carlos - y para comer "solomillo a la pimienta con pastel de coliflor y almendras con salteado de ajetes" ¿Y tu Paula? -
- Yo... yo "chuletitas de cordero a la brasa con cuscus de verduras al aroma de hierbas mediterraneas". - poco hay en esta carta que me guste, soy muy rara para la comida.
- Bueno, por donde iba... - Carlos hace que le preste atencion. - ¡Ah! si, mis padres recibieron un dinero de una herencia, que llevaban tiempo esperando. Al final el juicio fue a su favor. Tuvieron que mudarse a Madrid para vivir en la casa que nos dejo un tio de mi madre en herencia y aqui fue donde vieron el laboratorio en bancarrota y lo compraron, le cambiaron el nombre y el final ya lo sabes. -
- Y ¿Por que no me escribistes? no recibi ni cartas, ni llamadas, nada. - se me va apagando la voz a medida que hablo. Creo que aun no he superado ese hecho. El camarero nos trae los platos y nos dice "que aproveche".
- ¡Claro que te escribi Paula! cientos de cartas - Carlos eleva un poco la voz enfadado y yo agacho mi cabeza para no mirarlo, asi impone un poco. - Te escribia una carta cada semana contandote las anecdotas que me ocurrian, pero yo si que jamas recibi una respuesta tuya, nunca me contestastes. -
- Pero si tu nunca... ¡espera! ¿QUÉ? ¿Tu me escribistes cartas? Pero yo nunca recibi nada. Y ademas tampoco llamastes. - le digo.
- Pues te escribi, te conte muchas cosas, algunas importantes... - Carlos susurra lo ultimo y no logro entenderlo. - Y no te llame porque mis padres no me dejaron, y cuando pude tener movil propio, perdi tu numero fijo y no consegui encontrarlo.-
Vaya, estas respuestas no me las esperaba... Si me escribio, ¿que paso con esas cartas?.
Nos terminamos los platos y pedimos el postre. yo me pedi un "milhojas de frutas al horno con helado de chocolate blanco" y Carlos un "bizcocho de manzana con frutos rojos y helado de queso mahones". Mi postre estaba riquisimo y cuando levanto la cabeza, me encuentro que Carlos esta esperando con el tenedor delante de mi cara con un trozo de su postre.
- ¿Quieres probarlo? Esto esta muy bueno. - por no hacerle el feo, abro la boca y me como lo que me ofrece. Estos gestos tan romanticos no son normales en nuestra situacion.
- Continuando con lo de antes, nunca me llego ninguna carta tuya. Y no creo que mi madre las escondiera o las tirara a la basura, con lo mal que lo pase con tu "desaparicion", ella siempre estaba animandome a no perder la esperanza. - le digo con total sinceridad.
- Pues te escribi, una carta a la semana contandote mis aventuras, de hecho, se la daba a mi madre en sobre y sello para que la echara al buzon de correos cuando iba a trabajar. No creo que ella las tirara por ahi o las guardara... - esta ultima frase la dice tan bajito que me cuesta oirla.
- ¿Que es lo ultimo que has dicho? No te he escuchado bien. -
- Nada Paula, nada. Que debieron extraviarse las cartas. Bueno, cuentame que tal te va todo, aunque veo que bastante bien ¿no? -
- Pues la verdad que si, no me puedo quejar. - esa pregunta me pilla un poco de sorpresa. - Ya sabes que siempre me ha gustado todo lo relacionado con la investigacion y el laboratorio, y aqui he acabado. - me sale una pequeña risa de los nervios que tengo en estos momentos. - Y tu, ¿Que has estudiado al final? Supongo que algo de direccion. Y ¿alguna chica o novia en tu vida? -
- Para hacerme cargo de esta empresa tenia que hacer empresariales, y la verdad, es algo que siempre quise hacer, dirigir una empresa y al fin se cumplio mi sueño. - me dedica esa sonrisa suya que solia hacerme de pequeños y que me encanta. - Y...no, no tengo novia, ni mujer, aun soy muy joven. Pero si hay una chica, que hace tiempo que me gusta, de la que creo que estoy enamorado y no se como conquistarla. -
No me gusta por donde esta tirando la conversacion, aun no me siento con la suficiente confianza como para darle consejos y menos de amores, soy la persona menos indicada para eso, a la vista esta como me va a mi en el amor. Volvere a mi tactica de cambiar de tema. Ademas ya hemos terminado de comer, y como me dijo que pagaria él la comida, espero que acepte mi propuesta.
- ¿Te apetece un cafe? Pero ahora invito yo y elijo el lugar. - Carlos accede tan rapido que me da miedo. pide la cuenta, paga y nos vamos.
Ya en el coche le digo la cafeteria a la que quiero ir, una cafeteria que estaba cerca del piso donde viviamos Luis y yo mientras estudiabamos en la universidad y que me encantaba el cafe que hacian, ademas que era un lugar bastante tranquilo. Al llegar, nos sentamos en unos sillones muy comodos al fondo (sigue como la conocia) y cuando se nos acerca la camarera yo me pido un capuccino aromatizado de fresa y Carlos un cafe con leche. Seguimos hablando de trivialidades, me incomodaba profundizar en la conversacion que teniamos.
Me excuso para ir al baño y pagar los cafes, y al regresar veo a Carlos muy nervioso.
- Tenemos que irnos ya Paula, se esta haciendo tarde y pronto anochecera. - dice Carlos un poco ansioso, parece que le ha entrado prisa.
Aun es temprano, son las 5 pm de la tarde, aunque supongo que tendra que trabajar, al estar poniendose al dia con la empresa. Y a mi me vendria bien para sacar la ropa para las maletas.
Nos montamos en le coche y no hablamos nada en todo el trayecto a mi casa. Carlos estaba bastante nervioso e iba algo mas rapido de lo que se podia ir, incluso tenia gotas de sudor por la frente.
Al llegar a mi puerta se despidio de mi con un "ya nos veremos" y cuando baje del coche y cerre la puerta, salio corriendo como un loco.
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